Te ha ocurrido algo como esto:
Caminas por los pasillos del super (o de la Comer, según aplique), ves un montón de artículos y vas llenando el carrito con víveres y alguna que otra chunche que se te atraviese.
Llegas a casa y acomodas sus compras en el refri, alacena, cajones. Pasa el tiempo y un día cualquiera abres un gabinete, sacas un frasco, allá al fondo distingues un envase, lo sacas también y te das cuenta que el contenido es crema de cacahuate con mermelada de chabacano (¡¿?!), piensas ¿por que compré esto si ni me gusta la crema de cacahuate?... Ah! es que estaba en oferta...
¿Por qué compramos cosas que no necesitamos o que al final nos damos cuenta que no nos gustan? Claro, mucho tiene que ver la psicología de la rebaja(*), pero creo que al final todo tiene su origen en las actividades de Publicidad. Sí, gracias a la señora Publicidad que sabe como persuadirnos y crear en nosotros la necesidad de adquirir esto de aquí o eso de allá.
Publicidad y yo generalmente nos llevamos muy bien, me encanta verla por televisión, escucharla por radio, encontrarla en la calle, siempre tiene algo que decir. Es ingeniosa, casi siempre divertida, a veces te deja con algo en que pensar o con una odiosa tonadita en la mente, sin embargo aquí entre nos, algunas veces se pone pesada y aburrida.
Pues bien, ahí tienen que me preciaba de ser una persona que hace "compras inteligentes", que Publicidad nunca me había dicho nada que representara un factor determinante para que comprara algo o no, así, un día me encontré con una Coca-Cola en la mano cuando, prácticamente, nunca bebo Coca-Cola. Después de unos días de reflexión concluí: no compré cualquier Coca-Cola, compré la del "Spacio Leve", y no porque me guste la Coca Light, si no por que la lata es linda. Compré por que la lata que contiene una bebida me parece linda. Descubrí entonces que he estado bebiendo Spacio Leve por qué me gustan las latas.
Al fin me atrapó DOÑA Publicidad y se reía en mi cara diciéndome "fue tan simple como envasar en latas bonitas".
Me sentí mal por haber caído con un truco tan sencillo... tan sencillo que no me lo esperaba.
En fin, Publicidad y yo hemos vuelto a charlar como antes, recapacité y me dije "bueno, después de todo ese es su trabajo", solo que desde entonces estoy más atenta a sus artimañas jojojo.
Caminas por los pasillos del super (o de la Comer, según aplique), ves un montón de artículos y vas llenando el carrito con víveres y alguna que otra chunche que se te atraviese.
Llegas a casa y acomodas sus compras en el refri, alacena, cajones. Pasa el tiempo y un día cualquiera abres un gabinete, sacas un frasco, allá al fondo distingues un envase, lo sacas también y te das cuenta que el contenido es crema de cacahuate con mermelada de chabacano (¡¿?!), piensas ¿por que compré esto si ni me gusta la crema de cacahuate?... Ah! es que estaba en oferta...
¿Por qué compramos cosas que no necesitamos o que al final nos damos cuenta que no nos gustan? Claro, mucho tiene que ver la psicología de la rebaja(*), pero creo que al final todo tiene su origen en las actividades de Publicidad. Sí, gracias a la señora Publicidad que sabe como persuadirnos y crear en nosotros la necesidad de adquirir esto de aquí o eso de allá.
Publicidad y yo generalmente nos llevamos muy bien, me encanta verla por televisión, escucharla por radio, encontrarla en la calle, siempre tiene algo que decir. Es ingeniosa, casi siempre divertida, a veces te deja con algo en que pensar o con una odiosa tonadita en la mente, sin embargo aquí entre nos, algunas veces se pone pesada y aburrida.
Pues bien, ahí tienen que me preciaba de ser una persona que hace "compras inteligentes", que Publicidad nunca me había dicho nada que representara un factor determinante para que comprara algo o no, así, un día me encontré con una Coca-Cola en la mano cuando, prácticamente, nunca bebo Coca-Cola. Después de unos días de reflexión concluí: no compré cualquier Coca-Cola, compré la del "Spacio Leve", y no porque me guste la Coca Light, si no por que la lata es linda. Compré por que la lata que contiene una bebida me parece linda. Descubrí entonces que he estado bebiendo Spacio Leve por qué me gustan las latas.
Al fin me atrapó DOÑA Publicidad y se reía en mi cara diciéndome "fue tan simple como envasar en latas bonitas".
Me sentí mal por haber caído con un truco tan sencillo... tan sencillo que no me lo esperaba.
En fin, Publicidad y yo hemos vuelto a charlar como antes, recapacité y me dije "bueno, después de todo ese es su trabajo", solo que desde entonces estoy más atenta a sus artimañas jojojo.
He de confesar que me hipnotizaron esos botes, tan es así que los colecciono. Ahora que tengo todas las latas solamente bebo el tesito y la agüita, me gustan por su sabor.
Publicidad me ha invitado a observar algo de su trabajo (dice que de lo mejor que ha hecho), y yo me tomo la libertad de invitarlos también, diríjanse a aquí: http://adsoftheworld.com/
*¿Recuerdan “La psicología de la rebaja”?, quienes no lean mi primer comentario.