OK, les cuento.
Me realizaron una laparotomía que me mantuvo 3 días en el hospital e incomunicada 3 semanas más mientras duró mi convalecencia.
Ocurrió una sucesión de eventos tan rápida que me aún me sorprende. Un hórrido doler me atacó, la negligencia intentó atenderme, me alejé y encontré al profesionalismo médico que terminó con mi sufrimiento, me habitué a pasar días y días sin tv de paga, sin celular y (gulp) sin Internet.
…
Todavía me parece increíble que yo, Bastet la saludable, haya estado hospitalizada con una manguerita de plástico enchufada en la muñeca, vendajes y un zurcido invisible en la barriga.
Yo, que la enfermedad más grave que he tenido fue cuando virus de gripa y tos decidieron haber juntos una fiesta.
Yo, que conviví con mis hermanas sin precauciones cuando enfermaron de paperas, sarampión y viruela sin contagiarme.
Yo, que caí de lo alto de una azotea sobre alambres, tierra y otros materiales para la construcción sin conseguir ni un solo rasguño o moretón.
Yo estuve en el hospital.
…
Cuando recuerdo, me veo en el quirófano rodeada por los cirujanos, el anestesiólogo y las enfermeras, creo que se trata de un sueño, como estar dentro de un capítulo de Grey’s Anatomy :P pero veo mi cicatriz (creo que le voy a poner un nombre) y sé que todo pasó, que todo es verdad.
Por cierto, el dr. B realizó un trabajo magnífico cuando me remendó, Kika (mmm, es un buen nombre para la kika-triz :D ) sigue “fresca”, pero creo que con un poco más de tiempo se desvanecerá y será poco notoria, casi como un rasguño.
No sé, tal vez cuando terminé de asimilar todo publicaré un post de mi “aventura” con más detalles, bueno eso sí les digo, muchos se quejan de la comida de los hospitales, sin embargo, a mi no me pareció tan mal, no es muy sabrosa, pero si comible.
Ah! y también me quejo. Papá – Bastet cree que el Internet y la tv por suscripción son cosas creadas por Apofis para corromper la conducta… bueno no tanto, pero los quitó, hace ya un poco más de un año como un castigo (¿por qué castigar a toda la familia?) y como caminar me causaba malestar no podía salir de casa para ir al cyber café y conectarme con el mundo. Amadeus (mi celular) permaneció en coma, pues el cargador que lo alimenta lo dejé en la oficina, lo mismo que mi agenda y tarjetas de contactos, no me quedó más que esperar a que alguien notara mi ausencia y llamara al teléfono de mi casa.
PD Recordé que hoy es el Blog Day, por eso aproveché mi visita al médico y me escapé para postear, en los siguientes días estaré poniendo mis links recomendados.