miércoles, 24 de octubre de 2007

Un (largo) fin de semana

Como cada dos semanas, desde que me operaron, visité al Dr. B en su consultorio, esperaba la rutina de siempre y que me dijera lo de siempre “Kika va muy bien, no hagas esto, evita comer aquello, recuerda hacer 20 minutos de caminata…”, pero esta vez no fue así, su acento argentino resultó ser música para mis oídos cuando lo escuche decir “la dieta terminó, ya puedes viajar y hacer aeróbics”, ¿aeróbics?, pensé, yo solo corro cuando se me hace tarde :D En fin, para festejar mi recién obtenida libertad no dudé en asistir a una de las reuniones del Panteón, me emocioné pensando en encontrarme con las Valquirias, pues a pesar de que hemos tenido contacto por e - mail, chat o llamadas telefónicas, no las he visto en varios meses.

Entonces allí me tienen, llegué algo temprano (el salón se veía un poco vacío), pedí un café (¡ya puedo beber café!), me encontré con Anubis (mi “embalsamamiento” fue el tema de conversación), creí ver pasar a Ganesha (parece que sólo imaginé), y después de un rato vi entrar a Brunilda e Hilda con alguien a quien no conocía, en seguida me presentaron a Freyra, su hermana mayor y buena conversadora.


Mientras comíamos postres, platicábamos de todo y de nada, fue cuando me percaté que Mista no llegó con ellas, Hilda nos contó que fue a un retiro espiritual (seguramente para aplicar Feng Shui en una bolsa de mano ;) ), pero volvería a tiempo para la boda… ¿boda? ¿cuál boda?, pregunté impresionada. Me enteré que las reuniones del Panteón se han vuelto muy populares y que ahora pueden encontrarse más deidades de las que se pensó en un principio. Mista, la más activa en esto de las convivencias, conoció a la Unicornio Rosa Invisible, quien nos invitó (sí, a mi también) a una boda pastafari, ¡por el Ojo de Horus!, ¿adoran a la pasta?, pregunté impresionada (una vez más). Aquella noche no obtuve muchos detalles, las Valquirias tenían tantas dudas como yo.

El día de la boda Mista nos presentó con un montón de gente, según ella, personas importantes en la Iglesia Pastafari, aseveración que comprobamos cuando inició la ceremonia y el mismísimo Flying Spaghetti Monster se presentó para oficiar la unión. Wow!, nunca vi una fiesta como esta, llena de piratas y buenas intenciones.

Mi sorpresa continuó cuando el Monstruo de Spaghetti y la Unicornio Rosa Invisible llegaron a nuestra mesa, hablamos y conocí muchos detalles del pastafarismo de primera mano primer apéndice tallarinesco. El Monstruo (que de monstruo no tiene nada, lo que pasa es que está formado por pasta al dente: firme por fuera, suave por dentro) nos explicó como fue que hizo el mundo, sobre el capitán Mosey, porque permitió que dos de sus “mandamientos” se perdieran y no, a pesar de nuestra insistencia no quiso revelarnos su nombre, pero sí nos recomendó adquirir el Evangelio Pastafari.

Aunque la Unicornio Rosa Invisible es algo reservada (dicen que es pareja del Monstruo de Spaghetti, pero eso sólo tómenlo como chisme) nos contó que ella es la responsable de que los calcetines pierdan su par, vaya, y yo creyendo que dentro de la lavadora había una puerta ínter dimensional.


En fin, muy divertido todo, hubo cerveza, pasta, albóndigas, pizza (sólo hawaiana, nada de champiñones, y yo digo Ramén, también detesto los champiñones).

Y así, en un (largo) fin de semana, obtuve mi recompensa por acatar las instrucciones del médico, supe que, aunque no parezca, hay quienes se acuerdan de mí y aprendí que existen religiones que se unen por la hilaridad (sin afán de ofender a nadie).

Creo que todos deberíamos buscar una religión con la que nos sintamos contentos, y respetar la que los otros escogieron (aún si se decidieron por ninguna), después de todo, todos buscamos casi lo mismo, y ese casi no debería ser razón para discriminaciones, agresiones o guerras.

En la fotografía: Bastet recibiendo la bendición de su tallarinesca deidad, Flying Spaghetti Monster y junto a Él, la Unicornio Rosa Invisible.


PD1. Mista, sabes que todo lo que digo y escribo es con cariño y respeto.

PD2 Mista, gracias por acordarte de mí.

PD3 La palabra secreta de este post es paréntesis.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jajaja no manches ni idea de que existiera eso, no pues que padre, por cierto basteque, gracias por el tiempo para contestar mi duda, duda, y apoco si parece que tienes cabeza de gato?, a poco si se reunen los del panteón?. yo sólo me reuno con los de la secundaria, pero en fin, que bueno que ya estas mejor, me saludas a kika.

Anónimo dijo...

por cierto ... primera!!

Anónimo dijo...

Prrt! Compren mi Biblia, o mis camisetas, o mis calcomanias, todas las religiones son iguales, siempre quien que compres, cooperes, o dones algo...

Aunque creo que la URI me está convenciendo, espero que la malvada Ostra Morada no me aleje del camino del bien (es que me gustan mucho los champiñones) :D :P

Lahetaira dijo...

Religiones... estando lo sagrado tan cerca siempre. Pero eso sí, respetando se llega siempre a algo bueno.

Bastet dijo...

Garracatapunchis:
Por nada.
Eh?... sí... no solo parece, tengo cabeza de gato... este, mmmm... sí, todo el Panteón se reune... pasando a otro tema, Kika agradece tus saludos ;)


Marqués:
¿Y como crees qué se mantienen todas las instituciones religiosas?, pero no niego que a veces abusan.

La URI te diría ¡sacrílego! :D


Furtiva:
Bien dicho, lo sagrado está en todas partes, depende de quien mire y en que crea.