El origami y yo

Practico la papiroflexia desde los 6 años, cuando entré a la primaria. En ese entonces yo ya conocía bastantes letras y podía leer un poco, por eso podía terminar antes que mis compañeros los ejercicios en clase. Mi maestra (de unos 50 y tantos, yo en los seis la veía como la persona más anciana del mundo) me decía “no me gusta verte sin hacer nada porque el ocio es la madre de todos los vicios”.

Después, uno de esos días, me trajo un montón de hojas de papel lustre de un montón de colores y me dijo “Toma. Haz cuadrados de muchos tamaños, pero sin usar las tijeras. Mira, así”, entonces marcó firmemente un doblez y con decisión cortó perfecto la hoja. Debí haber puesto una asombrosa cara de asombro pues terminó diciéndome “no le tengas miedo al papel”. Y desde aquí la historia se hace predecible, aprendí a hacer la grulla (creo que ese es primer origami de todos, es casi como el ‘Hello world’ en programación), me gustó, me aficioné, mis papás me compraron libros con diagramas, y hasta el día de hoy sigo practicando. No soy origamista experta (¿han visto las fantásticas galerías que hay en Internet?), existen dobleces muy complicados que todavía no puedo hacer, por eso lo que más me gusta son los kusudamas.

Ahora, como buena habitante de la comunidad 2.0 también leo blogs sobre origami, fue así como me enteré que bajo la iniciativa de Philip Chapman-Bell se abrió un grupo en Flickr para documentar con fotografías una divertida actividad que consiste en:

1. Plegar una figura de origami
2. Poner esta figura en un lugar público
3. Una vez ahí, fotografiarla
4. Dejarla en ese sitio, para que alguien curioso la encuentre y se la lleve
5. Subir la foto a Flickr en el grupo “Origami for the people” con la única condición de geotagearla.

Suena divertido ¿no es así? Es como un meme llevado más allá de la virtualidad de Internet en el que, por supuesto, voy a participar. Por fin voy a darle uso a mi abandonada cuenta de Flickr.

No voy a dejar mis modelos anónimos, van a estar firmados, con mi firma ASCII, claro, llevarán un =^..^=, así sabrán que Bastet les ha dejado una papirola.

Como soy algo clásica he decidido que la primera figura será una grulla (en foto) que represente una larga vida para esta actividad y quien sabe, puede que logre doblar 1000 y consiga pedir un deseo.

Origamistas del mundo, armaos con sus hojas de papel y uníos a esta cruzada.