¿Han escuchado la frase esa que dice que por proporción a cada hombre le corresponderían 7 (3 ó 5) mujeres? A mí lo que en realidad me interesa es saber cuántos secuestros nos tocan a cada quien, porque yo ya llevo dos y no es padre.
No es padre estar a merced de los maleantes que te apunta a la cara con una pistola y entre insultos y amenazas te despojan de tus legítimas pertenencias.
No es padre que te boten en un lugar que no conoces casi al amanecer sin medios para poder regresar a casa.
No es padre terminar con paranoia que dura meses.
No es padre saber que las 8 de la noche ya no es una hora segura.
Mi profesor de estructuras socioeconómicas hablaba de algo llamado ‘pacto social’ que simplificadamente se trata de un compromiso implícito para convivir en sociedad: yo respeto a los demás porque los demás me respetan. Nos platicaba que en este país ese pacto está por romperse porque ya nadie confía en nadie, porque quienes deberían cuidar que este pacto se cumpla hacen completamente lo contrario; por eso todos terminaríamos haciéndonos justicia por nuestra propia mano.
En ese entonces, al escucharlo sentada en un pupitre no creía que la situación estuviera tan mal, pesimista le decía a veces a mi profesor, pero hoy, con mi fe en la humanidad devastada creo que lo que nos contaba en clase está pasando y si las cosas no cambian acabaremos protegiendo nuestra trinchera como Horus nos de a entender.
Si supiera cuántos secuestros me tocan… seguro que eso no sirve de nada, debería convertirme en Sejmet y comérmelos a todos, ¿para qué esperar hasta el 2012?
1 comentarios:
Tendremos que armarnos. Reducir el pacto social generalizado a la protección de la tribu.
Ahora toca elegir tribu.
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