Justo en esto estaba cuando, de súbito, un pensamiento llegó a mi mente, un pensamiento que ya no tenía y daba por terminado, uno que ya no me agobiaba: el deterioro de los recuerdos.
Cuando alguien muere, a manera de consuelo, suele decirse que el difunto seguirá con vida mientras se mantenga vivo su recuerdo, entonces, metafóricamente, los pensamientos generan vida. Ahora, si aún se continúa biológicamente vivo, es decir, que el aire entre y salga de los pulmones, que el corazón lata y reparta sangre por el cuerpo, todas esas cosas, ¿qué pasaría si todos se olvidan de ti? Si todos tus familiares, amigos y conocidos olvidan que existes, ya no estas en la memoria de nadie, entonces, la falta de pensamientos (o, para el caso, recuerdos) evocándote ¿te proveen de muerte?, también metafórica, claro.
Sintetizando: Muerto a quien se le recuerda se le puede sentir “vivo”; vivo a quien se le olvida ya no importa, está “muerto”.
Después de que mi familia y yo nos mudáramos de casa por segunda vez, estas reflexiones angustiaban mucho a Bastet13años, ella misma se imaginaba como un recuerdo, que a fuerza de no ver más a sus amigos se iría gastando, percudiendo, deslavando, convirtiéndose en una película cada vez más translúcida hasta que un día quedara completamente transparente, nadie la vería porque nadie se acordaba de ella, entonces podría morir en cualquier instante y nunca ninguno lo notaría.
Todavía hoy me pregunto (con la diferencia de que ya no me siento morir) si todos esos amigos que dejé atrás me recuerdan, y si es así ¿de qué manera?
Alrededor de 2 meses atrás MamáBastet me dijo que vio a M, el mejor de mis mejores amigos durante los últimos 6 años antes de mudarnos, junto a su mamá hacía compras, seguramente para las fechas decembrinas. MamáBastet y MamáM también fueron amigas, por lo que mi mamá quiso llamarla para saludar, sin embargo en ese momento se distrajo con algo y al darse cuenta ya se habían alejado demasiado. Ni modo.
Por años imaginé como sería reencontrarme con M: siempre fue alto, por lo que supongo que ahora tiene la estatura de Michael Jordan (MamáBastet lo confirma), de modo que debería mirarlo hacia arriba, casi torciéndome el cuello y decirle “¡Hola M!, Soy Bastet, ¿te acuerdas de mí?” (Chist! ni siquiera se les ocurra pensar que puede contestar que no). Tanto pensé en eso que me convencí de que era una posibilidad tan remota que tal vez nunca llegaría a suceder... pero con el avistamiento de MamáBastet me siento más optimista.
No sé si alguno de aquellos amigos a quienes añoro leerá esto, pero seguro me identifican si les digo: ¿Quién sospecharía de la niña que siempre saca 10 en todo y asiste, voluntariamente, a clases los sábados? ;)
Y para M (MACG): Bastet es la misma niña que tenía con tigo un negocio clandestino de venta de calcomanías en el salón de clase, casi nos convertimos en usureros ;) ;)
Bueno, ya me desahogué, ¡nos vemos en 2008! :)